La cumbre de Budapest se celebró los días 4 y 5 de diciembre de 1994, con la participación de todos los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros. Por decisión de la cumbre, el nombre de la CSCE pasaría a ser OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) a partir de principios del año siguiente. Una decisión importante tomada durante la cumbre se refería al papel cada vez más importante que la CSCE estaba desempeñando en el fomento del restablecimiento de la paz y la seguridad en Europa.551 A este respecto, los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros de la CSCE acordaron que se crearía una Copresidencia de la CSCE. Gobiernos de los Estados miembros de la CSCE acordaron que debía establecerse una Copresidencia de la Conferencia de Minsk de la CSCE para coordinar todos los esfuerzos de mediación entre los países de la CSCE y que ésta debía convertirse en ”el principal mecanismo de solución, mientras que el Grupo de Minsk [se] utiliza como plataforma para las consultas políticas”.552
Durante la Cumbre, los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros de la CSCE debatieron también el conflicto de Nagorno Karabaj entre Azerbaiyán y Armenia. Añadieron al documento una disposición al respecto, denominada «Intensificación de la acción de la CSCE en relación con el conflicto de Nagorno-Karabaj». La disposición acogía con satisfacción la consecución del acuerdo de alto el fuego entre las partes en conflicto el 12 de mayo de 1994, como resultado de los esfuerzos de mediación de Rusia, conjuntamente con el Grupo de Minsk. También confirmaba el compromiso de los Estados miembros de la CSCE con las Resoluciones 822, 853, 874 y 884 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y aplaudía el apoyo político dado a la CSCE por el Consejo de Seguridad para perseguir una solución pacífica del conflicto entre las partes. En este contexto, instó a las partes a que entablaran conversaciones sustantivas intensificadas y contactos directos para lograr el resultado deseado sobre esta cuestión. Los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros de la CSCE decidieron también desplegar fuerzas multinacionales de mantenimiento de la paz de la CSCE en la región una vez que las partes respectivas hubieran acordado el cese del conflicto armado. Por ello «pidieron al Presidente en ejercicio que elaborara lo antes posible un plan para el establecimiento, composición y operaciones de dicha fuerza, organizada sobre la base del Capítulo III del Documento de Helsinki de 1992 y de manera plena con el Capítulo de la ONU. 553. En este contexto, los Copresidentes de la Conferencia de Minsk y el Grupo de Minsk deberían asistir al Presidente en ejercicio, que también contaría con el apoyo del Secretario General.
Además, tras las oportunas consultas entre estas personas, debería establecerse en Viena un comité de personas de alto rango para hacer recomendaciones sobre la cuestión. El Presidente en ejercicio también debería buscar apoyo de la ONU, en forma de asesoramiento técnico y experiencia, y también del Consejo de Seguridad de la ONU para el posible despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz en la región.554
Según los analistas, este paso se dio en contra de los esfuerzos rusos por dominar las fuerzas de mantenimiento de la paz que el ejército ruso desplegaría en la región. Así, antes de la Cumbre de Budapest, el presidente de la Federación Rusa invitó a los presidentes de ambos países a Moscú para discutir el despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz en la zona en conflicto. Tofig Zulfugarov, Viceministro de Asuntos Exteriores en aquel momento, representó a Azerbaiyán en la reunión. Según él, Rusia intentaba socavar el acuerdo procedente de Budapest. En una entrevista con Thomas de Waal, Zulfugarov dijo que “si hubieran a Budapest desde [Moscú], no se habría tomado ninguna decisión sobre el despliegue de una fuerza internacional”. 555 Sin embargo, la decisión tomada en la cumbre de Budapest por los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros de la CSCE de organizar fuerzas de mantenimiento de la paz de las unidades del ejército de los distintos Estados impidió que Rusia dominara la cuestión en la región desplegando allí sus fuerzas militares.