La Declaración de Moscú (oficialmente, Declaración de Azerbaiyán, Armenia y Rusia sobre Nagorno-Karabaj) fue firmada el 2 de noviembre de 2008 por los presidentes de la República de Azerbaiyán y la República de Armenia por iniciativa de Dmitri Medvédev, presidente de la Federación Rusa, en su residencia del castillo de Meidendorf, a las afueras de Moscú. En esta Declaración, los Presidentes manifestaron su intención de crear una atmósfera de seguridad y estabilidad en la región. Acordaron intensificar sus esfuerzos para hallar una solución política al conflicto de Nagorno-Karabaj basada en los principios y normas del derecho Internacional y las decisiones y documentos aceptados en este contexto.
La Declaración reafirmaba el compromiso de las partes en conflicto de proseguir sus negociaciones a la luz de los Principios de Madrid de noviembre de 2007, iniciados como resultado de los esfuerzos de mediación de Rusia, Estados Unidos y Francia como Copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE. Este compromiso significaba que los Principios de Madrid, que indicaban una retirada gradual de las fuerzas militares armenias de los territorios ocupados de Azerbaiyán situados fuera de Nagorno-Karabaj, el regreso de los desplazados internos a sus hogares y la posterior determinación del estatuto definitivo de Nagorno-Karabaj mediante referéndum, constituirían la base de las negociaciones entre Azerbaiyán y Armenia.
La Declaración también reafirmó la no utilización de la fuerza para resolver el conflicto e hizo hincapié en que el proceso de negociación “debe ir acompañado de garantías internacionales jurídicamente vinculantes para todos sus aspectos y etapas”.624