7 de julio de 1923
La autocracia zarista, que se esforzaba por esclavizar a las minorías nacionales en el antiguo Imperio Ruso, no dudó en aniquilar a las distintas nacionalidades enfrentándolas entre sí.
La masacre armenio-musulmana de 1905-6 en el Cáucaso Sur, podría servir como la mejor prueba de la ruinosa política de la autocracia rusa. En el momento en que los obreros revolucionarios del Cáucaso meridional empezaron a expresar abiertamente su descontento por la opresión capitalista, el general del zar Vorontsov Dashkovs creó hostilidad entre dos naciones históricamente emparentadas: armenios y musulmanes. Esto se hizo aún más evidente cuando el Cáucaso meridional se dividió en tres «estados independientes”, dirigidos por un grupo de chovinistas nacionales -musavatistas, dashnaks y mencheviques- que eran lacayos del capital occidental y pusieron en primer plano la dominación sobre las minorías nacionales. En poco tiempo de existencia de estos “estados” derramaron una gran cantidad de sangre de campesinos trabajadores en las montañas de Karabaj y otras partes del Cáucaso Sur.
La aniquilación de la opresión y la desigualdad nacionales, cualquiera que sea la forma en que se manifiesten, es decir, la sustitución de la hostilidad y el odio nacionales por la solidaridad internacional de las naciones hermanas dentro de una única unión estatal, es una de las principales tareas de la revolución obrera y campesina y del poder soviético.
Para cumplir esta tarea, el Comité Ejecutivo Central del Soviet de Azerbaiyán decide:
Chairman of AzCEC: M.B.Kasumov
Secretary of AzCEC: M.Hanbudagov