En 1985, cuando Mijaíl Gorbachov llegó al poder en la URSS, comenzó a aplicar nuevas políticas denominadas “Glasnost” y “Perestroika”, que pretendían ayudar a resolver los problemas dentro de la Unión.323 En aquel momento, la URSS seguía siendo considerada una de las grandes potencias mundiales, junto con Estados Unidos. Sin embargo, también era un hecho que, debido al elevado gasto militar, la situación económica del país estaba empeorando drásticamente.324 El principal objetivo de Gorbachov era resolver estas cuestiones económicas y, por tanto, comprendió que la reforma social en la Unión Soviética era inevitable si quería alcanzar sus objetivos económicos. Para ello, mencionó que, sin democratización, sería difícil llevar a cabo la “Glasnost” y la “Perestroika”. En particular, la política de “Glasnost” pretendía desarrollar la democracia en el país garantizando la libertad de expresión y un sistema multipartidista.
Las ideologías nacionalistas revivieron de forma crucial tras los esfuerzos democratizadores de la URSS. Según Beissinger, “el nacionalismo ejerció una fuerza de atracción inusitada dentro de la sociedad soviética durante los años de la “Perestroika” y la “Glasnost” que no tuvo parangón con ningún otro conjunto de cuestiones”.325 En las primeras fases, la “Glasnost” no contenía un fuerte componente nacionalista. Sin embargo, más adelante, cuando Armenia planteó protestas sobre Karabaj en 1988, entró en una nueva fase, y el gobierno no pudo controlarlas. Debido a estos esfuerzos, el estallido de la movilización de los grupos étnicos se extendió a los Estados bálticos, Transcaucasia, Ucrania y Moldavia.326 Antes de la “Glasnost”, las tensiones entre los grupos étnicos en la URSS no se tenían en cuenta. Sin embargo, la política de “Glasnost” provocó el auge del nacionalismo, que acabó revelando disputas ocultas entre grupos étnicos que habían permanecido congeladas durante mucho tiempo.327
De hecho, hay que recordar que la reivindicación de Armenia sobre Nagorno-Karabaj no era una cuestión nueva. Incluso durante la época soviética, los armenios de Nagorno Karabaj pedían periódicamente al gobierno central la unificación con la RSS de Armenia,328 y la política de “Glasnost” de Gorbachov sólo creó una oportunidad adecuada para que Armenia hiciera realidad sus objetivos.
Por un lado, la normalización de las relaciones entre la URSS y los países occidentales permitió a Armenia comunicarse directamente con la diáspora armenia, fortaleciendo su posición en la arena internacional.329 Por otro lado, la diáspora armenia desempeñó un papel importante en el desarrollo de la propaganda a favor de Armenia y en contra de Azerbaiyán en relación con la cuestión.330 Además, tras la intensificación de la disputa, la diáspora armenia comenzó a ayudar a Armenia financiera y militarmente mediante el suministro de armas y militantes.331
El proceso de democratización de la URSS permitió a los medios de comunicación armenios expresar libremente su postura sobre la cuestión de Nagorno-Karabaj. Además, los intelectuales armenios que fueron los principales impulsores del movimiento por Karabaj subrayaron, tanto en los medios de comunicación locales como en los internacionales, la necesidad de anexionar Karabaj a Armenia para restablecer la “justicia histórica”. “Inspirados” por la democratización, los armenios empezaron a organizar una manifestación ecologista que más tarde se convirtió en un movimiento político con la participación de 1/3 de la población del país.332 La movilización política de los armenios dio lugar a la creación de organizaciones como el “Comité Karabaj”, “Krunk”,333 y el partido político Movimiento Nacional Panarmenio, fundado por Levon Ter Petrosyan, que más tarde se convirtió en el primer presidente de Armenia y desempeñó un papel destacado en el movimiento de Karabaj. Por lo tanto, las políticas de “Glasnost” y “Perestroika” de Gorbachov fueron cruciales para establecer las condiciones adecuadas para que los armenios separatistas emprendieran proyectos previamente planificados.